El orden y la limpieza es algo que a menudo necesita mucha determinación y creatividad para que no se vuelve un dolor de cabeza.

Lo primero que debes hacer es hacer un cronograma de limpieza. Establece un tiempo específico en el día para hacer la limpieza de un espacio de la casa o una actividad determinada, como, por ejemplo, los lunes son los días de aspirar los dormitorios, los martes son para limpiar los baños, etc. De esta forma no se acumulará todo en un solo día.

Lo segundo es ubicar correctamente tus cosas, evitando que se llenen de polvo o peor aún que se dañen.

• Cuelga tus collares y brazaletes más queridos y frecuentemente usados en un perchero montado en la pared. De esta manera se evitas que se enreden y dañen.
• Los portavelas vacíos o frascos pueden ser utilizados en tu escritorio para colocar artículos pequeños como los clips, borradores, papeles para notas y demás objetos.
• Coloca en cajas transparentes o de plástico las tijeras, barras de pegamento y crayones. Los niños pueden ver fácilmente lo que cada contenedor tiene, y pueden encontrar los implementos en un vistazo y colocar en su lugar lo que han sacado.
• Estas cajas también son una buena alternativa para la ropa interior, medias o accesorios.
• Los ganchos de las cortinas de baño en un armador pueden ser una de las mejores formas de guardar ordenadamente tus pañuelos, bufandas y cinturones.

 

Si en tu casa se acumula muy rápidamente el polvo o ingresa gran cantidad de tierra, evita colocar libreros cerca de las ventanas y puertas. Los libros acumulan gran cantidad de polvo y son difíciles de limpiar. Lo mismo pasa cepillos, por lo que es mejor guardarlos en un cajón o una caja.

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